MSF responde a un brote de malaria mortal en el noreste de la República Democrática del Congo

A principios de mayo, MSF puso en marcha ayuda de emergencia en las zonas sanitarias de Pawa y Boma Mangbetu en respuesta al llamamiento de las abrumadas autoridades sanitarias

El lunes 9 de mayo, 141 niños fueron admitidos durante la noche al Hospital General de referencia de Pawa, en la provincia Haut-Uele en el noreste de la República Democrática del Congo. Había dos o tres niños en cada una de las 22 camas del departamento de pediatría, y otros más estaban en colchonetas en el suelo, entre las camas y los pasillos. Un brote particularmente mortal de malaria afectó las áreas de Pawa y Boma Mangbetu.
 
“¡Estamos cansados de ver morir a los niños!”, exclama el líder de las comunidades de Gatua durante una reunión con una enfermera de Médicos Sin Fronteras. “Hemos estado enterrando a niños sin parar desde marzo. La clínica ya no tiene medicamento contra la malaria, y las madres están llevando a sus hijos a morir a sus casas. Lo único que pueden hacer es intentar refrescarlos con agua para intentar reducir su fiebre.”
 
A principios de mayo, MSF puso en marcha ayuda de emergencia en las zonas sanitarias de Pawa y Boma Mangbetu en respuesta al llamamiento de las abrumadas autoridades sanitarias. El primer paso que tomó MSF fue distribuir alrededor de 10,000 tratamientos contra la malaria a base de artemisina y una gran cantidad de pruebas rápidas de diagnóstico a 32 clínicas, para asegurar que la enfermedad sea tratada de forma rápida, efectiva y  gratuita a nivel local.
 
“Sólo una vez nos hemos encontrado con una situación similar: en 2012, durante una intervención en las áreas de Ganga-Dingila, Pawa, Poko y Boma-Mangbetu, atendimos a alrededor de 60,000 niños que padecían malaria,” explica Florent Uzzeni, director adjunto del programa de emergencia de MSF. “Actualmente nuestro principal objetivo es atender lo más rápido posible a los niños que sufren de malaria sencilla para que no desarrollen malaria severa.”
 
 
Si la enfermedad se atiende a tiempo con el medicamento adecuado, el riesgo de desarrollar complicaciones puede ser reducido significativamente. Sin embargo, la escasez actual de medicamentos disponibles y sus excesivos costos provoca que los casos de malaria severa se multipliquen y, por tanto, muchos niños mueran en sus hogares al no tener acceso a atención médica. 
 
Por lo tanto, MSF brindará apoyo a los hospitales generales de referencia de Pawa y Boma Mangbetu para atender los casos complicados, que a menudo requieren cuidados intensivos, transfusiones sanguíneas y terapia de oxígeno. El personal médico de MSF ayudará a reforzar al equipo médico del Ministerio de Salud. La organización también brindará el equipo técnico y medicamentos necesarios; además se realizarán entrenamientos para mejorar la calidad de la atención. 
 
“Brindaremos apoyo en las áreas con el número más grande de casos de malaria, pero sabemos que otras zonas sanitarias de las provincias de Haut-Uele, Bas-Uele e Ituri, también han sido afectadas,” continúa Florent Uzzeni. “Existen tratamientos efectivos, y si todos los actores dentro del país involucrados en la lucha contra la malaria trabajan rápidamente, lograremos evitar que muchos niños mueran a causa de este brote.”
 
 
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