MSF comienza una campaña global para reducir el precio de las vacunas a cinco dólares para países en desarrollo

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MSF insta a demandar y cuestionar a las farmacéuticas en las redes sociales, mediante la etiqueta #AskPharma, cómo es posible adquirir vacunas a unos precios justos si éstos se mantienen en secreto.

Médicos Sin Fronteras (MSF) lanza hoy una campaña mundial, ‘La vacuna más justa’ (‘A Fair Shot’ en inglés), para instar a las compañías farmacéuticas GlaxoSmithKline (GSK) y Pfizer a que reduzcan el precio de la vacuna neumocócica en países en desarrollo a 5 dólares por niño, para que más menores puedan ser protegidos frente ante esta mortífera bacteria. La campaña también reclama a las farmacéuticas que revelen lo que cobran a cada país por la vacuna.
 
Como lanzamiento de la campaña, MSF asistió hoy a la junta de accionistas de Pfizer en Nueva Jersey, donde formuló una pregunta para presionar a los miembros del consejo de la empresa a revelar el precio de su vacuna contra la neumonía en todos los países. En la misma junta, MSF también presentó documentos con información clave censurada para resaltar el secreto letal que rodea al precio de la vacuna.
 
En enero, MSF publicó su informe de precios de las vacunas: ‘La mejor vacuna: por un acceso sin barreras a vacunas asequibles y adaptadas’ que demuestra que en los países más pobres, proporcionar el paquete completo de vacunas a un niño es 68 veces más caro en la actualidad que en el año 2001.
 
Además, muchos estados no pueden pagar las nuevas vacunas por su alto precio. Un ejemplo claro de vacuna con un precio desproporcionado es la vacuna contra el neumococo, responsable de la muerte de alrededor de un millón de niños cada año.
 
"En el ejercicio de nuestra profesión, hemos asistido a la muerte de demasiados niños por neumonía y les hemos visto luchando por respirar. Por ello, solicitamos a cualquier persona a la que preocupe la vida de millones de niños y niñas que se sume a nuestro llamamiento público a Pfizer y GSK para garantizar que todos los países en desarrollo puedan proteger a todos sus bebés contra esta enfermedad mortal", explica el doctor Greg Elder, director de Operaciones de MSF en París.
 
"Los altísimos precios que Pfizer y GSK imponen por la vacuna contra el neumococo hacen que muchos gobiernos y organizaciones humanitarias no puedan inmunizar a los niños. Después de ver cómo el precio de vacunar a un niño ha aumentado notablemente en la última década, no tenemos más remedio que actuar de forma inmediata".
 
Una de las razones por las que la vacunación se ha encarecido tanto está relacionada con el hecho de que hay muy poca información disponible sobre los precios de las vacunas, lo que obliga a muchos países en desarrollo y a los organismos humanitarios a negociar con las empresas farmacéuticas desde una posición muy débil, sin ninguna forma de comparar los precios.
 
Algunos países tienen que firmar cláusulas de confidencialidad que les impiden revelar la suma que pagan por las vacunas. En 45 países no hay información sobre el precio de la vacuna contra el neumococo; este secretismo y la falta de transparencia sobre el modo en que las empresas fijan los precios impiden a los gobiernos tener una oportunidad justa de proteger a sus hijos con una vacuna asequible.
 
Se ha llegado a una situación irracional donde algunos países de ingresos medios pagan más por la vacuna neumocócica que los países ricos: Túnez paga más que Francia. Se dan casos en los que algunos países llegan afrontar costes que duplican y triplican los precios asumidos por otros estados: Sudáfrica paga casi tres veces más que Brasil.
 
"Resulta absurdo comprobar cómo la información sobre los precios de un producto que salva vidas se mantiene en secreto, lo que deja a los países y organizaciones en la más absoluta oscuridad a la hora de negociar un precio justo", explica el doctor Manica Balasegaram, director Ejecutivo de la Campaña de Acceso de MSF. "El nivel de secretismo de las farmacéuticas es inconcebible; no podemos obtener información de Pfizer y GSK sobre lo que cobran a los países por la vacuna contra el neumococo. La pregunta que nos hacemos hoy es, ¿cómo puede un país negociar precios justos para las vacunas cuando falta información básica?".
 

El funcionamiento de la campaña

A un día del comienzo de la Semana Mundial de la Inmunización, que se desarrolla del 24 al 30 de abril, MSF insta a la población a apoyar su campaña en las redes sociales, mediante el uso de una provocadora táctica que emplea un lenguaje y un formato de censura de texto para destacar la falta de información sobre los precios de las vacunas.
 
El objetivo de la campaña es, en definitiva, incrementar la presión sobre las empresas para mostrar más transparencia.
Para ello, MSF invita a los ciudadanos a utilizar la etiqueta #AskPharma para presionar a las farmacéuticas y lograr que de esta manera hagan público el precio de la vacuna contra el neumococo en los distintos países.
 
La campaña también pretende reclamar a GSK y Pfizer que reduzcan el precio de la vacuna a 5 dólares/4,65 euros o menos por niño en todos los países en desarrollo (lo cual significa unos 1,66 dólares/1,54 euros por dosis, dado que la inmunización requiere de tres aplicaciones).
 
Cada año, los equipos de MSF vacunan a millones de personas, en gran parte como respuesta a los brotes de enfermedades como sarampión, meningitis, fiebre amarilla y cólera. MSF también facilita apoyo a campañas rutinarias de inmunización en proyectos de salud materno-infantil.
 
Sólo en 2013, nuestros programas suministraron más de 6,7 millones de dosis de vacunas y productos inmunológicos. MSF adquirió la vacuna conjugada antineumocócica (PCV) en el pasado para su uso en sus operaciones de emergencia. En 2013, MSF realizó una campaña de vacunación con PCV y con la vacuna pentavalente en el campo de refugiados de Yida, en Sudán del Sur.
 
En 2014, se llevaron a cabo actividades de vacunación similares con la vacuna PCV con población refugiada en Uganda y Etiopía. MSF está ampliando el empleo de la vacuna PCV y de otras vacunas con un enfoque centrado la mejora de sus campañas de inmunización rutinaria, así como a la ampliación del paquete de vacunas en casos de emergencias humanitarias.
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