México: “Uno de cada cuatro pacientes que asistimos ha experimentado violencia”

Desde febrero de 2017, Médicos Sin Fronteras (MSF) amplió sus actividades en la ciudad de Reynosa, en la frontera norte de Tamaulipas, México, con el objetivo de proporcionar atención médica, psicológica y social directamente a la comunidad, en una de las zonas más conflictivas del país.

Desde febrero de 2017, Médicos Sin Fronteras (MSF) amplió sus actividades en la ciudad de Reynosa, en la frontera norte de Tamaulipas, México, con el objetivo de proporcionar atención médica, psicológica y social directamente a la comunidad, en una de las zonas más conflictivas del país.

Estas actividades se suman al trabajo de MSF en el Hospital General Reynosa, donde ha proporcionado consultas gratuitas y confidenciales de salud mental, así como capacitación al personal durante casi dos años.

MSF comenzó a trabajar en la colonia Pedro José Méndez a principios de 2017. Un equipo compuesto por un médico, una enfermera y un psicólogo ofrece atención médica integral en una clínica de medicina general y cuando es necesario, realiza referencias a otras estructuras sanitarias de la ciudad.

Esta colonia es una de las muchas áreas de la ciudad que han presenciado episodios de violencia en los últimos años.

"El equipo médico se está enfocando en brindar atención en salud mental a las víctimas de violencia física o sexual", dice el doctor Marcelo Fernández, coordinador médico de MSF en México.

 

A todas las personas que asisten a la clínica para una consulta médica o psicológica con el equipo de MSF, se les pide que contesten un cuestionario relacionado con la violencia. "De cada cuatro pacientes que asistimos, uno ha sido víctima de algún tipo de violencia", dice el Dr. Fernández.

El contexto volátil de la ciudad y las tensiones vividas por la sociedad civil durante la última década ha impactado en la salud mental de muchos de sus pobladores. "Hemos detectado trastornos psiquiátricos muy significativos en los últimos meses", afirma el Dr. Fernández. "Vemos personas que sufren de aislamiento y fobias – personas que tienen miedo de salir de sus casas. Y cuando salen, lo hacen para hacer trayectos muy precisos".

En la semana que sigue a cada brote de violencia, la clínica se suele quedar vacía. "Los pacientes sólo vienen si tienen una enfermedad que requiere atención urgente", dijo el doctor Fernández, quien observa que la vida pública está disminuyendo.

MSF también opera clínicas móviles para brindar atención en dos albergues para migrantes y deportados de los Estados Unidos. "El objetivo es acercarnos a la comunidad y proporcionar atención directa a las víctimas de cualquier tipo de problemática. En los albergues, ofrecemos atención en salud mental, en su mayoría para ciudadanos mexicanos deportados de los Estados Unidos".

 

Una parte importante del trabajo de MSF en Reynosa consiste en brindar atención médica a las víctimas de violencia sexual. El Dr. Fernández observa que el número de casos de violencia sexual está aumentando. "Ofrecemos un kit médico para las infecciones de transmisión sexual, que incluye tratamientos antirretrovirales y antibióticos".

Las víctimas de violencia sexual también reciben consultas en salud mental. "Pero sigue siendo un tema tabú – la gente tiene miedo de presentar una queja o de asistir a un hospital", explica el doctor Fernández. "No hay cifras precisas, pero hemos visto al menos 10 víctimas en varios institutos de salud y en los servicios de MSF en los últimos meses".

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